Esta vez te sorprendes de que el daño sea superficial: el machete iba directo a partirte el corazón, pero no ha podido penetrarlo. Sólo tienes una raspadura externa que ni siquiera va a infectarse. Deberías exudar poder, pero en cambio, sientes un desamparo gélido por tu nueva inmunidad, cultivada con la paciencia de un explotador de yacimientos.
Durante meses trabajaste la imagen del escudo, que no sirvió para nada. Ahora, pensar que entre tú y lo que sientes por su deslealtad sólo media el manojo de cables de un explosivo de voladura, y que ese manojo eléctrico lo corta tu cerebro voluntariamente, con el audible chasquido de un alicate de electricista, no resulta liberador. Te sientes más fuerte, sí, pero has entrado en una nueva dimensión de la infelicidad. Contemplas tu entorno desde el autismo.
Es cierto que todo es más inocuo. Aquella sensibilidad extrema era una hemorragia constante. Habías llegado a sentirte por dentro como manta de trinchera. Pero ahora contemplas cómo navega por el sueño de los falsos inocentes y sabes que el chasquido del alicate va a costarte un precio impagable.
Un micro muy "eléctrico", y "electrificante", me ha gustado su lenguaje lírico y en cierto modo, oscuro.
ResponderEliminarUn lenguaje bellísimo (y oscuro, concuerdo con Manu) enmarca las palabras duras que hacen al micro: machete, escudo, hemorragia, alicate.
ResponderEliminarAplausos, Susana.
Y abrazos
Hola, Susana, vengo de la mano de Nicolás Jarque, me han gustado tus entradas, me gustó tu blog, voy a seguirte.
ResponderEliminarUn saludo desde Buenos Aires.
Humberto.
Gracias por expresarlo así, Manu. Oscuro es el término perfecto. Abrazos.
ResponderEliminarPatricia, tu análisis me pilla por sorpresa. No había organizado conscientemente los términos como tú lo has hecho. Muchas gracias y un beso grande.
Humberto, Buenos Aires siempre es bien reciba aquí, y yo voy a hacer el camino inverso para conocerte, por supuesto. Gracias y hasta pronto.
Susana Camps
Yo diría que es un bello poema en prosa. Exuda tristeza por los poros de la piel, aunque pretenda mantenerla contenida.
ResponderEliminarR.Loriga escribió que no hay dos personas iguales ni dos dolores distintos; felicidades por hacer tant entendible algo tan complejo.
ResponderEliminarMe ha encantado, felicidades!!
UN GRAN ABRAZO!
Muerte roja
ResponderEliminarEl amor y sus historias te dejan tantas veces así "autista", sin palabras, perpleja.
Menos mal que solo ocurre en contadas ocasiones...
Presioso ;)
Besitos
Gracias por el calificativo, Odys, aunque a mí me parece como si le faltara trabajo de ebanistería, es poco suave y poco equilibrado; pero me apetecía más el hacha que el buril. Momentos salvajes que tiene una.
ResponderEliminar¡Qué alegría que me visites y que me digas que te ha gustado, Miss DaDa! Moltes gràcies i una abraçada ben forta, et segueixo llegint.
Gracias, Muerte Roja, por tu lectura próxima aunque tu punto de vista suela ser mucho más amable. Besitos cual palomitas con una sonrisa de catchup.
Susana Camps
Alicate justiciero. Intenso, precioso! Besitos
ResponderEliminarCoincido con Manu y Patricia en lo de la oscuridad de micro y en su bellaza.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Oscuro si es el termino y también me recuerda ese dolor que se siente ante el inevitable cambio que provoca una deslealtad.
ResponderEliminarBesitos
Sí Ro, aunque sobre todo quería expresar que para encajar deslealtades uno debe cometerlas: al final debe ser desleal a sí mismo. Por muchos motivos que existan para actuar así, siempre es un acto embrutecedor.
ResponderEliminarMuchas gracias, Rosa. Suspiros y saludos.
Eso quería expresar yo, Elysa, muchísimas gracias. Besos.
Lo malo de lo que se hace costumbre es la falta de respuesta,la entrega implícita,la mirada ciega...
ResponderEliminarLo bueno,es la mutación de ese escudo de defensa en objeto de liberación,pues sugiere un cambio,una puerta que se abre,la búsqueda de otra salida,aunque sea por el mismo precio...
Un abrazo grande
Claudia
Vaya: cuánto tiempo me he perdido sin leerte. Me ha encantado tu micro, Susana. Con respecto a lo del color, en la peli de Hitchcock, precisamente se refiere al blanco y negro, así que no te preocupes, que estás en la que es.
ResponderEliminarSusana:
ResponderEliminarLo mínimo que puedo hacer es venir a agradecerte por los comentarios que has dejado en mi espacio y en otros lugares compartidos. En verdad me he sentido muy halagado por tus palabras, las considero muy importantes. No creas que por tener más de 1640 no valoro una palabra de aliento y afecto, muy por el contrario, me siento obligado a escribir cada vez mejor para no desilusionar a los que depositan su confianza en mí. Eso sí, se hace MUY difícil cumplir con las visitas a todos.
Espero que el vínculo entre nuestros blogs no se pierda. Vendré los martes a ver qué nos dejas, no dudo de que será tan bueno como "Deslealtad".
Un beso cariñoso.
Humberto.
Querida Claudia, qué persona tan interesante eres. Me asombras cada vez más. Me gustaría conocerte en persona... ¿en el 2012? Ojalá, así completaría el trío de personas extraordinarias que son los tres hermanos. Besos melanco.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme, Esteban, siempre bienvenido. En cuanto a Hitchcock, a veces voy rápido y meto la pata en los mensajes, así que me alegro de no haber patinado esta vez (no recordaba a la protagonista femenina). Abrazos.
Humberto, estoy segura de que cuidas todas tus relaciones porque tu escritura delata la clase de persona que eres. Y también entiendo que es imposible flotar en la blogosfera las 24 horas; pero por suerte no hay obligaciones de ninguna clase. Por mi parte no he hecho más que expresarme muy sinceramente, me alegro mucho de haber llegado hasta tu blog y te agradezco que vuelvas aquí con estas palabras amables. Es un placer conocerte y seguirte. Abrazos.
Susana Camps
Un saludo Susana, me paso por acá por vez primera. No hay otra manera de sentir una deslealtad que con está lógica. Un abrazo.
ResponderEliminarBienvenido, Eskimal del Sur (el 'acá' te delata). Muchas gracias por tu comentario, un abrazo cálido.
ResponderEliminarY cuando te pones triste tambièn me gusta.
ResponderEliminarEsta vez me gusta la intención de contar algo viejo de maneras nuevas, a tu manera. Y moldear las palabras, jugar con ellas para que crean sensaciones en el lector: desasosiego, abandono, desesperanza..y resignación.
Abrazo Susana
Muchas gracias Rosana, lo describes tal como yo lo quería pero creo que el mérito es de esa capacidad de percepción que tanto te envidio. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarEncontrar las imágenes adecuadas a lo que quieres contar (la deslealtad del titulo, con la consiguiente decepción del protagonista) y lograr sostenerlas como haces es lo que me ha gustado especialmente de esta pieza. En su tratamiento se desencadena el drama.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias por tu lectura, Gemma, siempre literaria y transversal. Es un gustazo.
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