Foto: David Larrosa
Todos los 24 de noviembre, en plena estación seca, la ciudad tulona de Nueva Molucta celebra su Fiesta Angular. Se sacan a la calle carretas, avestruces, arbotantes, paniaguados y peliagudos. Se degustan mistashas. Las mujeres del pueblo tricotan una larga serpiente de lana de alcatra para ahuyentar la ira del dios Sinuoval, que según la leyenda, persigue a todas las Rectas nacidas durante la luna nueva. Una procesión, al tercer día, culmina con danzas y alcohol de gorgojo hasta el amanecer.
La fiesta atrae a los habitantes de todo el valle, que se paraliza y descuadra en el intento de presenciar cómo una de las gallinas, que las meretrices han tratado con ungüentos espiritistas de origen vudú, pone el célebre Huevo Cuadrado. El Huevo, ya documentado en bajorrelieves volcánicos del 400 a.C., se deposita en el sac-sac del dios Sinuoval y es custodiado durante un año por un Obtuso (habitualmente, el muchacho más torpe del pueblo) al que se selecciona escrupulosamente para esta función.
La decidida apuesta de esta guía por el turismo sostenible recomienda minimizar el impacto interactivo del turista en estos parajes aún liburios del continente. Se recomienda respeto y recogimiento durante las ceremonias y desechar cualquier tentación de robar objetos sacros para venderlos en el mercado negro. Algunos lectores reportan terribles consecuencias tras este tipo de conductas; adviértase que los lugareños suelen empalar al turista que osa tocar sus huevos sagrados.
¿Alcohol de gorgojo?
ResponderEliminarFascinante... e hilarante, a partes iguales. Me he convertido en un fan incondicional de estas crónicas antropológico-festivas con las que nos invitas a recorrer los rincones más dispares e inverosímiles del globo terráqueo.
Besos.
Me ha encantado eso de que el guardián del huevo cuadrado sea nada menos que el Obtuso del pueblo.
ResponderEliminarHumor y frescura casan muy bien en tus piezas.
Un beso
Muy bueno, Susana, lleno de imaginación y frescura. Le va muy bien ese tono a documental y encierra una fina ironía, una fina crítica a la civilización occidental y su modo de tratar lo diferente.
ResponderEliminarEstupendo.
Besos
Me has hecho recordar a uno de mis libros favoritos: las ciudades invisibles, de Calvino. Y estás a la altura del gran maestro. Extraordinario micro!!!!
ResponderEliminarMe permitís incluirlo en mi microteca?
Besos!
Dicho así, Alberto, sugiere la idea de explotarlo como tema, pero me parece que sería muy repetitivo (de hecho, ya tenía mis dudas de sacar este micro). Tendré que pensarlo, porque de guías de viajes sé un porrón... ya es hora de que me sirva para algo...
ResponderEliminarGracias, Gemma. Por cierto que finalmente localicé tus dos mensajes previos en la bandeja de spam (del blog), y hoy no saltan los enlaces fantasma. A cambio, no puedo contestaros sino como Anónimo. Será el Obtuso, trasteando.
Una lectura bonita y generosa, Jesus. Tengo uno más largo que pretende exactamente lo que dices; es posible que en éste transimitiera lo mismo sin darme cuenta (los dos son de la misma época, hace un año). Mil gracias.
¡Ahí va, Patricia, te pasaste tres pueblos, como decimos por aquí! En fin, muchísimas gracias por ese derroche de amistad, por supuesto te puedes llevar el micro a la microteca y al microondas, con todas mis bendiciones y gratitud sincera. Abrazos de oso.
Susana Camps
Fascinante efemérides. Dan ganas de apuntarse y robar algo, aunque salga caro.
ResponderEliminarPar de abrazos.
Muerte roja
ResponderEliminarBonito lugar "Nuevo Molucta" sus fiestas y tradiciones me han dejado perpleja,sus habitantes no se andan con tonterías.
Ese final de advertencia es genial...
Besitos Susana :)
¡Mírala ella, quién lo iba a decir! Jaja, gracias Lola. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, Muerte Roja, aunque mira quién fue hablar, con tus escenarios de ovnis y escenas sobrenaturales...
Susana Camps
Genial, Susana. Maravilloso el cuidado de las palabras, que significan lo que parecen; el detalle del Obtuso y de la defensa de sus tradiciones por huevos...
ResponderEliminarSaludos
Gabriel
ME PARECE GENIAL,COMO TODO LO QUE ESCRIBES. EXTRAÑÉ EL MICRO QUE NO FUE,AUNQUE EL PASEO POR VENECIA JUSTIFIQUE TODO PEQUEÑO DESLIZ.
ResponderEliminarUN GRAN ABRAZO GRANDE
CLAUDIA
Hombre Gabriel, me gusta tu interpretación sobre la defensa de las tradiciones; no lo había visto así. Me has hecho reír, gracias.
ResponderEliminarClaudia, te debo un millón de lecturas porque en el portátil no se me cargan bien algunas páginas. Estoy muy rupestre últimamente. Gracias por tu compañía incondicional y un abrazo grande, grande también.
Me encanta cuando te sueltas la melena Susana,me lo he pasado fenomenal. Y como dice Gabriel, la currada que supone que todo tenga un sentido en este poblado me ha recordado a ese texto de Cortazar en el que construye una historia con palabras inventadas.
ResponderEliminarMe dejas una sonrisa puesta
Un abrazo
Que bueno!!! Me ha encantado esta fiesta popular.
ResponderEliminarPrometo no tocar nada...
Besos desde el aire
Muchas gracias Ro, tenía mis dudas sobre este texto. Abrazos veraniegos.
ResponderEliminarGracias Rosa, ya ves que aquí no se andan con chiquitas.
Susana Camps
¡Anda! pues seré muy formalita cuando haga turismo en Nueva Molucta, los castigos que utilizan no me han gustado nada, pero nada. A pesar de todo muy divertido y lleno de imaginación este micro.
ResponderEliminarBesitos
¡Gracias, Elysa! Es que el turismo, sin riesgos, no tiene miga.
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