Foto: David Larrosa, 10 años

viernes, 20 de enero de 2012

Los viernes conversamos

   Un buen amigo de este blog propone tratar un tema que me ha parecido muy interesante. Sobre todo porque la mayoría sois concursantes habituales en certámenes de renombre; es decir, parte implicada.

   Como ya sabéis, es frecuente que un mismo texto se presente varias veces a distintos concursos. Para ello se acomoda la forma de la pieza a las nuevas bases (se añade una frase al principio o al final, se alarga o acorta el texto) y se vuelve a lanzar el micro a su suerte. Esta práctica está perfectamente asumida y no trata de ocultarse, todo lo contrario: algunos mostráis el texto reformado en el blog.

   La cuestión que se plantea aquí no es si este proceder es censurable (os adelanto que yo no tengo una opinión clara al respecto, seguramente porque apenas concurso), sino la posibilidad de que el reciclaje interesado se convierta en la mera explotación de una idea, cuando la literatura debería ser exploración de los temas.
   
   Es más: nuestro amigo relaciona esta práctica con la capacidad creativa y la generación de ideas. La falta de algo nuevo que contar.

   ¿Cómo lo veis?



51 comentarios:

  1. Yo no lo veo así. Aunque no lo practico de manera habitual, no estoy en contra del reciclaje. Un concurso como ReC puede dispararte la imaginación y que surja una idea que después, sin los corsés del concurso, pueda funcionar mejor en otro formato. Es decir, el reciclaje puede ser un laboratorio de formas en vez de ideas.
    Pero también pasa lo contrario: una idea que funciona muy bien en su forma primera puede perder su fuerza al adaptarla. A mí me paso con un relato (creo que bueno) que al reducirlo para concursar en Wonderland se quedó en un bluff.
    En resumen, reciclaje sí como laboratorio formal (y si te da algún premio, mejor), pero, como todos los experimentos, sin garantía de éxito.

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  2. Yo es que no separo los dos conceptos el reutilizar y mejorar y el generar micros nuevos. Y mezclar los dos conceptos no me parece incompatible.

    Quiero decir, por ejemplo ReC, es un laboratorio de ideas y de micros. Si el micro que he escrito me gusta y no ha sido elegido, por supuesto que voy a hacer algo con él, si veo que es mejorable, me gusta mucho la idea, el tema, sin la intención primera de enviarlo a ningún sitio, quiero decir que si luego además surge un concurso en el que ese micro cuadra o me apetece enviarlo lo envío. Lo que sí que creo es que si lo vas a enviar a un concurso estos micros que cantan mucho por la frase de inicio se pueden modificar, más que nada, como me dijo un buen amigo, porque entonces puede dar una sensación rara (como pasó con el ganador del Museo de la Palabra, por ejemplo).
    Pero no creo que aprovechar micros para otros usos ya sea blog, libros u otros concursos implique falta de ideas o de experimentación. Escribirlos ya ha sido experimentar y crear. Lo mismo falta de tiempo sí, y me parece más lógico.

    Luego por otro lado, están los micros que una escribe sin cortapisas de frases de inicio, palabras obligatorias o espacio y que igualmente los enviará a algún lado o no o los publicará en eñl bog o no (por lo de la condición de inédito tan importante en algunos concursos)

    Resumiendo, no me parece ni falta de ideas ni ganas de experimentar ni que afecte a la creatividad ni me parece censurable.

    Salut!

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  3. A mí me cuesta un esfuerzo bestial escribir un micro. Sobre todo por falta de tiempo. Los considero tesoros muy preciados. Cuando consigo escribir algo decente, no bueno, decente, y lo presento a algún concurso y no funciona, lo suelo cambiar para publicarlo en el Blog o para presentarlo a otro concurso. Con ello a veces lo he mejorado, y otras he acabado con él, lo he matado. Pero en ambos casos aprendo. Me parece que reciclarlos es parte de la creación. Una vez escribí un texto que me pareció maravilloso, tenía 205 palabras, y como quería presentarlo al Concurso de la Revista Eñe, lo dejé en 100. Me pareció un sacrilegio pero el micro ganó, tanto, que quedó finalista. Del caso contrario también tengo a puñados. Cosas de la creación. Creo que cada cuál es libre de hacer lo que le parezca. Yo suelo volver mucho sobre los míos y hago bastante reciclaje, supongo porque escribo pocos. Un beso Susana.

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  4. Cómo ya he dicho en varias ocasiones en este mismo espacio, yo concurso para mantener la continuidad. Necesito algo que me empuje a la creación sobrevolando la pereza y extrayendo el tiempo necesario de otras actividades como por ejemplo el sueño. Pero lo que me motiva es contar cosas nuevas cada vez y veo diferencia en explorar y explotar. No estoy diciendo que sea censurable, ya que cada cual tiene su forma de verlo, cada uno es dueño y señor de sus creaciones y puede hacer con ellas lo que quiera, pero sí puedo decir que a mí no me gusta por el mismo motivo, porque mi opinión –que es lo que estoy vertiendo aquí- es solo mía.

    Estamos de acuerdo –creo que todos- en que una buena idea que además esté bien construida no es garantía de éxito en ningún concurso. También tengo claro que un mismo relato desestimado en un concurso podría tener éxito en otro. Sin embargo yo preferiría ver que el autor ha intentado profundizar más en lo que aporta de nuevo esa buena idea, en lugar de ver un mero retoque de maquillaje que a mí no me aporta nada.

    Tengo que reconocer que cuando leo un relato entre los publicados en un concurso y descubro que ya lo he leído en otro, la sensación que tengo es amarga, aunque pueda alegrarme por el autor si ha sido reconocido.

    Veo diferente, sin embargo, que el autor decida publicar el mismo relato presentado en el blog, en una revista, en un diario o en un libro, o que decida darle un nuevo giro, un nuevo enfoque, que investigue sobre algún personaje ya creado que le parezca interesante.

    Por mi parte pienso seguir actuando de la misma forma. Me enfrentaré a cada nuevo relato explorando ese espacio en blanco y el día que no sea capaz de generar nuevas ideas no escribiré. Escribo micros porque me divierte y porque este genero me permite explorar ideas de forma más rápida que el relato, la novela e incluso la ilustración o la pintura.

    Con este texto, sólo he querido dejar patente mi opinión. Parece que de momento soy el único que piensa así. Espero que nadie se siente ofendido por mis palabras porque os aseguro que no es mi intención.
    Susana ha querido dejarme en el anonimato al no decir que la persona que ha sugerido el tema he sido yo. Gracias de nuevo, Susana, por este espacio de debate. Un abrazo a todos.

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    1. Es un tema muy interesante y que puede generar muchas opiniones.

      No creo que nadie se ofenda. En cuanto a desgastar un micro, claro si la persona tira y tira de él, el mismo micro en muchas ocasiones, pues sí es un poco absurdo.

      Sin embargo hay micros que sufren tal transformación que pasan a ser otro. Que sorprenden incluso al autor.

      Salut


      PD Con lo que no comulgo es con la falsa sensación de que si un microrrelato no gana un concurso es que era malo. Y sí gana es que era buenísimo. Hay ocasiones en que sucede lo contrario: uno gana ocn un micro que sabe que es flojo y pierde con uno que tiene más calidad.
      Yo ahora estyo en una fase en la que me bloquea escribir con peros, con bases marcadas y me apetece ir a mi bola. Pero haré lo mismo que hao con los micros que retoco o mejoro, si un micro que anda por ahí perdido se ciñe a las bases del algún concurso pues lo mandaré. Creo que da para otro debate el tema concurso-adicciòn...es decir depender demasiado de los concursos y sus resultados.
      Como dice Agus, hay concursos cuyo mayor estímulo a menudo es la pasta pura y dura, el money vamos.

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  5. Yo para eso soy un tío raro. No reciclo apenas. Creo que aunque la frase de ReC sea impuesta, si te sale un buen micro, la frase ya pertenece al micro, y nunca la he quitado. Este año recorté alguna palabra de un micro para enviar a Wonderland, pero en conjunto no variaba ni la forma ni el fondo, así que probablemente era el mismo micro, pero mejorado; lo cual hace que ese proceso no haya sido distinto del de pulido y retoque anterior.
    El otro día Agus me dijo: ... tuve que ajustarlo 10 palabras, así que quite el sobrante y pulí los tiempos verbales. Me di cuenta de que podría ser un buen ejercicio, quitar diez palabras a cada texto, si éste no se deja, es que ya, ya. Digo yo.
    Y creo que es una gran verdad.
    En cuanto a la explotación de la idea. Creo que es generalizado que el escritor quiera explotar su micro si confía en su calidad. Pero creo que se hace una vez, por eso lo veo lícito. Si un micro no funciona en un concurso aun siendo bueno, es una obligación, para con el micro, enviarlo a otro sitio tal cual o retocado. Y si funciona, ya está; explotado. Se acabó. Triunfo.

    Saludos
    Gabriel

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  6. De inicio, pese a ser certera, no me gusta la palabra reciclaje, sí el término exploración. Y supongo que la diferencia estriba en la actitud.

    Creo que un escritor escribe siempre lo mismo. El mismo libro una y otra vez, el mismo micro. La filigrana consiste en lograr que esto apenas se perciba a través de la forma, del planteamiento, de la perspectiva... Pero al final, desde la primera hasta la última frase el escritor intenta resolver su particular desasosiego, que no es más que el motor que le impele a seguir escribiendo.

    Vuelvo a la actitud. Reciclar un texto para otro concurso no me parece ni bien ni mal, creo que es una mera anécdota que tiene que ver más con necesidades del bolsillo y del ego - que es lícito y saludable alimentarlo de vez en cuando - que con la falta de ideas. Quizá, sólo haga falta una idea de verdad para construir toda una extensa obra. Una idea verdadera e infinitas exploraciones.

    Abrazos, y gracias Susana por esta sección.

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    1. Un punto de vista sorprendente - para mí-, con tu permiso me lo guardo para pensar sobre él. "Una idea verdadera e infinitas exploraciones",...¡qué bueno!.

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    2. A mí también me parece que con esta frase, Agus, defines magistralmente qué es la literatura.
      Muchas gracias.

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    3. Por cierto, ¿no estarías sugiriendo que nos hace falta un buen apagón creativo a todos, para regenerar, en tu hiperbreve de hoy?

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    4. Susana, indudablemente Monterroso no pudo escapar a su dinosaurio, y es lícito. Pero a veces me parece que nosotros tampoco, y eso ya me parece más preocupante.

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    5. Me parece que la frase que has puesto responde de una manera precisa y breve a la cuestión (yo también creo que cada uno de nosotros tiene temas recurrentes que plasma desde diferentes ángulos). Sí, quizá la expresión reciclar no es afortunada, surgió de un juego con ReC, ya sabes, cualquier palabra susceptible de jugar empezando con Re, pero vamos eso he querido decir que no veo diferencia ente explorar y darle vueltas a un micro ya escrito para sacar lo mejor de él, o va a la papelera sin remedio o lo salvas.

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  7. Hola,
    Siempre llego un poco tarde, en ocasiones lo justo para poder acogerme a lo que dicen los compañeros (lo siento).
    En general coincido con la idea de que el reciclaje o "re-exploración" no tiene nada de malo. A mí me pasa como a Mar, escribo poco y a veces me apetece que mis micros se den una vuelta. Si no tengo motivo me cuesta volver sobre ellos para corregirlos -por falta de tiempo- y si decido enviarlos a un concurso para el que los tengo que retocar... generalmente los mejoro. Creo, aunque no puedo jurarlo con sangre, que si veo que lo voy a empeorar no lo envío.
    Yo no participo en muchos concursos, se me suelen pasar las fechas, se me va de la cabeza, pero sí envío a ReC con regularidad desde la edición pasada. Nunca me han llamado ¿qué hago con esos micros que solo ha visto el jurado? blog, olvido o retoque... Aunque la frase inicial venga impuesta el trabajo final es mío. La verdad es que no lo hago mucho, eso también es cierto. Si sólo tuviera dos y los estuviera enviando a todas partes, sería otra cosa, digo yo :-)
    Lo que sí es cierto es que -como dice Rosana- las frases iniciales de ese concurso cantan mucho. Y el ejemplo del ganador del Museo de la Palabra nos chocó a todos un montón... Pero bueno, cada uno decide y está claro que el autor de aquel micro acertó, al menos en términos económicos.
    Menudo rollo para repetir lo de la mayoría, lo siento :-)
    Y besos

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    1. Hola Rocío. Solo quería decir que no sabía nada del concurso del Museo de la Palabra.

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  8. Pregunta insolente: ¿concursáis más por el prestigio o por la pasta? ¿Realmente esto puede ser rentable? (se aceptan estimaciones porcentuales)

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    1. Creo que una vez más me estoy perdiendo algo, ¿pero dónde está la pasta? ¿o es Gallo?

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    2. Chico, no sé; pero como Agus, Rosana y Rocío hablan de concursar por la dotación, a mí se me han puesto los ojos de dólar, como al tío Gilito.

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    3. Pues depende de la dotación, querido Watson.

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    4. No mujer, pero vamos que tire la primera piedra el que no participe en concursos de mucha dotación(todos sabemos cuáles son) por la pasta entre otras cosas, aunque no sea el único motivo. Luego ya uno escribe por gusto, pero si te llevas unos dinerillos... ;)

      Luego ya hay concursos que yo llamo con encanto, que el premio es publicación, o un curso o el simple hecho de que comenten tu micro con enjundia, o un lote de libros (el primer concurso que gané tenía como premio un lote de libros y sin embargo es el que más ilusión me ha hecho porque el jurado era más que decente y el organizador también).

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    5. Mi razón la he dado al inicio de mi exposición, pero no voy a decir que si cayera la breva miraría hacia otro lado. ¿Dinero? creo que de esto poco hay, ¿Prestigio? De eso quizá haya más, pero no nos engañemos que me da a mí que hablamos de un prestigio cuyo círculo es muy reducido. El ego del que habla Agus es el que más bien parado sale. Yo por si acaso, y para mantener los pies en el suelo, me doy una vueltecita de cuando en cuando por el mundo extra micro y enseguida vuelvo a la mortalidad. Muchas veces me pregunto cuantas personas ajenas a este "movimiento" leen nuestros blogs. ¿Alguien tiene idea?

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    6. Yo creo que la elección del género es deliberada y consciente, y que quien escribe este tipo de texto no aspira, ya de entrada, a ganarse la mirada del gran público. Es una actitud. Pienso que los microrrelatos se dirigen a un círculo especializado no solo porque el género lo requiere, sino porque el autor lo prefiere así. A mí, si me das a elegir entre conmover a uno solo de vosotros o a cien telespectadores de Belén Esteban, me quedo sin duda alguna con la primera opción. Para mí la propia elección del microrrelato ya es una declaración de intenciones; en este caso, como decía Juan Ramón Jiménez, "a la minoría, siempre".

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    7. Yo también os prefiero a uno solo de vosotros, aunque a esta señora la ve tanta gente que me resisto a pensar que todos sean... Bueno, eso, que prefiero a uno solo de vosotros aunque preferiría que fuerais mas de uno claro.

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    8. Ole, Susana, esa frase me la voy a grabar para cuando me sienta absurda escribiendo micros.
      Yo también escribo para que a mi marido le gusten mis micros. Tengo que reconocer que cuando él me dice que algo le ha gustado, me derrito. Y es duro, el joío :-).

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    9. Pues no sabes la suerte que tienes, Eli, es fantástico que alguien comparta y se implique así en lo que a ti te importa. Recuerdo haber leído en una entrevista a Barbra Streisand: "empecé a cantar para que me quisieran". Me pareció que podía aplicarse a casi todo lo que hacemos.

      Fernando: la Princesa del Pueblo es "más que un club", seguramente es un mal ejemplo. Hasta el profesor Blecua hablaba hace poco de su sociolecto. Ofrece mucha emoción en olla exprés y a cada cual le atrae por algo, a mí por ejemplo me fascina su cirujía estética descolgándose por momentos para recobrar su auténtica expresión de mal café.

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    10. Jo, Susana, esa descripción es de lo mejor que he leído en mucho tiempo. Me ha parecido brillante. No digo mas.

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  9. Muchos de los relatos que escribo los desecho al cabo del tiempo -seis meses, por ejemplo-, porque al releerlos desde la distancia me resultan flojos; la perspectiva que tienes de un relato cambia con el tiempo, de tal manera que solo puedo considerar buenos aquellos que resisten una relectura realizada desde el extrañamiento. Lo que quiero decir con esto es que prefiero enviar a concurso un relato que haya soportado esta prueba temporal a tener que escribir un relato expresamente para dicho concurso; lo cual no implica que mientras participo en el mismo no esté ocupado escribiendo nuevos retos. Y si hay que cambiar cuatro cosas para ceñirse a las bases del concurso, se cambian, siempre y cuando los cambios no rebajen la calidad del relato.

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  10. Que recuerde, en una sola ocasión cambié un micro (aunque jamás había concursado) para adaptarlo a las exigencias del concurso en cuestión. Me arrepentí, de modo que no volvería a hacerlo. En Argentina las posibilidades de ganar algo de dinero con la microficción son NULAS. Participo de los concursos en los que he sido invitada personalmente y no tienen retribución económica. Tampoco la persigo. La publicación y algún diplomita que, aunque virtual, me confirme que existo, es lo que me hace feliz.

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  11. ¿Y qué fue antes, el huevo o la gallina?

    Como discípulo y apóstol recién llegado a esta secta, un poco como Manu nos auto-definía recientemente, pregunto desde mi desconocimiento: ¿Los concursos han acercado múltiples acólitos al altar de la gloria incierta o los microrrelatistas han creado una base sólida que ha incentivado la creación y proliferación de concursos de toda índole?

    Personalmente soy monaguillo de pocos altares y prefiero seguir experimentando con ideas y formas nuevas (para mi). Me agotan sobremanera las revisiones y adaptaciones de cualquier cosa que hago. Sin embargo, profesionalmente me he dado cuenta que le doy tantas vueltas a las cosas que al final salen redondas, cantos rodados, vamos.

    Me gusta la apreciación de Agus (copio y pego) "Quizá, sólo haga falta una idea de verdad para construir toda una extensa obra. Una idea verdadera e infinitas exploraciones."

    Y volviendo a la pregunta concreta que nos centraban a dúo Susana y Fer; explotación vs. exploración, tomarse el tiempo de rehacer lo hecho, revisarlo y adaptarlo es un ejercicio que además de lícito es evolutivo. Un poco como explica Odys. A mi entender, nos puede abrir perspectivas nuevas en nuestra forma de afrontar y explicar las cosas. Le pongo un límite a esto; la revisión para adaptación a un corsé muy marcado y establecido por concurso. Siendo también muy lícito, creo que limita la visión y probablemente acabe reduciéndose a un ejercicio lingüístico o literario. Y repito, eso también forma parte del juego. Creo.

    Me interesa más la parte que planteáis de experimentación y exploración que tiene el retomar viejos textos, viejas ideas. Volver a decir lo mismo (el 99% de las cosas que se dicen o hacen en todos los planos ya se han hecho, dicho o pensado) pero hacerlo de múltiples formas, con nuevas cargas de profundidad que remuevan el poso que dejan nuestros pensamientos allí donde sea que precipiten.

    Quería ser breve, je.

    Fin

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  12. Mi proceder a este respecto se divide en dos partes: en primer lugar, escribo el cuento o la novela (espero las ideas o los impactos emocionales, me dejo llevar por ellas, pongo a madurar, corrijo). Luego pienso en la difusión de la obra resultante. Una de las vías es los concursos. En general no modifico mis obras para acomodarlas a un concurso (simplemente busco otro) pero si el ajuste es menor (si no altera sustancialmente el resultado) sí puedo hacerlo. Lo que jamás hago es escribir con un pie forzado o sobre un tema predeterminado. Aunque si alguno de mis trabajos (sobre todo micros) se pueden adaptar fácilmente (sin perder su esencia) sí lo hago.

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  13. Hola, no me puedo extender porque soy incapaz de escribir con el Movil. resumiendo. Soy partidario del reciclaje si no se deja nun solo rastro, porque so no me da sensación de cutrerio, y como ejemplo pongo mi libro Zoom, el cual tiene muchos micros reciclados en lis que borre todo vestigio concurseril, ya que lo contrario me habría parecido eso, cutre. Porque lo que cuenta es la idea, y tampoco soy partidario de tirar a la basura ideas que me han costado muchas horas de esfuerzo.

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  14. Eso si, de los textos ganadores o finalistas no hay que cambiar ni una coma, pero tampoco volver a orear Tarija camuflados, claro.

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  15. Quería decir tampoco volver a presentarlos camuflados, no me parece elegante. Y lo del Museo de la palabra, es cutre.

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    1. Suscribo. A esto es a lo que yo me refiero. Lo de guardar para revisar, o revisar porque se coló una piedra en el zapato antes de echar a andar es otro cantar que entiendo perfectamente.

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    2. Por supuesto textos finalistas o ganadores me parece censurable enviarlos a concursos otra vez, es lo que hace un señor que tiene el récord de premios literarios, en ocasiones hasta cambia el título y cuatro cosillas.. Yo me refiero a textos que continúan siendo inéditos porque no han sido seleccionados o a textos publicados en el blog como banco de pruebas y que uno quiere mejorar o sacar todo su potencial.

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  16. No conozco el caso del museo de la palabra, pero estoy de acuerdo con manuespada. Leches, si un micro ha ganado, ha quedado finalista o con mención especial, no me parece ético volverlo a presentar maquillado. En todo caso es preferible presentarlo como ganó la vez anterior. O ponerlo ya en la repisa de los trofeos niquelados sin más, el micro no se merece una disección después de haberlo dado todo.
    Por otro lado, yo escribo de dos maneras (creo que alguien ha apuntado algo similar), lo hago cuando sueño una situación, una aventura, un inicio, y lo hago por el placer de verlo escrito(tengo muchos de estos, que jamás he presentado a concursos); o escribo por la motivación de un concurso, porque me gusta jugar con las palabras. No me planteo si en ese momento (ni tan siquiera en el otro) estoy haciendo literatura, ya lo he dejado entrever alguna vez, no me preocupa. Leo literatura, eso sí, pero lo que yo hago es jugar con las palabras, sin más pretensión. Me gustan los retos de los concursos, y a veces, después de haber jugado, sólo algunas veces, me doy cuenta que ha salido algo aprovechable, algo que puedo ver independiente del concurso. Pero la mayoría de la veces me queda un trabajo, que después de haber jugado, sólo puedo verlo como eso, el resultado de un juego, del que, en ocasiones puedo extraer ideas para escribir un micro, sin ánimo de concursar.
    Además, me gustaría destacar de los concursos por palabras, que son un buen entrenamiento para aprender a resumir ideas, a condesarlas y precindir de palabras que en realidad no aportan nada a la historia. Algo esencial en el microrrelato.

    Susana, lo mismo "me pasao" con el soliloquio. Un abrazo, si no.

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    1. Abrazo, abrazo. De pasarse, nada, que aquí no hay límite ni número de palabras ni frase de inicio.

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  17. Que pregunta tan interesante, mucho más me motiva porque yo no participé nunca en ningún concurso; y seguramente no lo haré (O si, no tengo una posición definida al respecto)...

    En mi modo de ver subyace a esta idea una pregunta esencial: ¿para qué uno escribe?; y en ese punto se genera una división de intenciones (una posible división) entre los que escriben porque tienen algo que decir o los que escriben para contentar al lector (léase como lector a cierto grupo catalizador que define lo "bueno" en literatura).

    De alguna manera escribir es un rasgo bastante similar a conversar; entonces si bien uno cuando dice algo está pensando en un Otro receptor de ese mensaje, no basa la comunicación en satisfacer al interlocutor si no en expresar lo que desea o necesita. Con estos concursos, creo que si uno corre detrás de ellos como un conejo con la zanahoria se va vaciando de contenido la propia experiencia literaria (y vital) ¿dónde queda entonces nuestra propia voz si depende tanto de ciertas pupilas?,,, opino que no hay infierno más crudo para un escritor que darse cuenta que su obra es un reflejo de otras pupilas. Sería espantoso robarle a la literatura una de sus características más hermosas; la sublimación.

    No obstante, sostengo que puede ser muy interesante plantear esos concursos como un disparador para tener ideas. Pero la diferencia alli es que en la idea de concurso habita la noción de Victoria (la idea debe ser "habilitada" por un jurado),,, por eso insisto con la pregunta primordial ¿Qué se busca al escribir?... porque bien se pueden hacer (como se hacen) estas propuestas entre escritores sin premiación de por medio.

    Con respecto al reciclaje me parece (como la mayoría de los asuntos) una cuestión relativa; en principio no me gusta mucho eso, creo que es como regalar un regalo que le hiciste a tu ex a una nueva pareja... es decir, es una frialdad innecesaria con el cosmos. Y si ese texto llegó a instancias importantes en otro concurso me parece directamente una falta de respeto (con uno y el texto) presentarlo en otro lugar.
    Cosa muy distinta es la corrección y la búsqueda que se pueden prolongar en el tiempo,,, yo tengo varios textos que llevo escribiendo hace años.

    Si bien jamás me nombraría "vanguardista" creo que la literatura debe ser búsqueda, sino pierde toda su magia. El punto G de una obra es cuando el escritor se siente lector al leerla (y se pierde, se encuentra, no se alcanza)... luego, quien lo lea o no, creo que es pura suerte (las ediciones son dados girando en un lugar que ni conocemos)... claro está, el encuentro de esta búsqueda no es "una gran novedad", seguramente a partir de que alguien le puso punto final a la Biblia (y la envió por Fedex a editorial Alfaguara ;-)) todos los temas ya están escritos; no va a haber nada nuevo al respecto.
    Quizás lo único (y no es poco) que tenemos a nuestro favor de cierto aire pretendidamente original sea el tiempo y las formas (El cómo)...hay que saber escuchar la hoja en blanco, el lenguaje está más vivo que los escritores.

    Un fuerte abrazo, me encantó ese versus entre exploración y explotación.

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    1. Juan, abres tantos frentes relevantes... Me ha gustado mucho tu comparación de la escritura y la conversación, creo que nos ayuda a preguntarnos por el fenómeno creativo. Y me hace sonreír eso del regalo reutilizado, "frialdad innecesaria con el cosmos".

      Sí, cosmos, magia y punto G es lo que vamos olvidando cuando nos tientan demasiado los laureles de cualquier tipo, vengan en forma de premio, elogio o difusión... Pero ¿quién está libre de pecado? Escribimos por cosa u otra, por afecto creo que también. La escritura en estado puro a mí se me hace inalcanzable. Y quizá esa sea la piedra angular sobre la que se apoya una gran obra.

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    2. A mí se me hace muy difícil responder a lo que planteas, Susana, entre otras razones porque no soy concursante. Prefiero mantenerme al margen. Será que no me gusta probar suerte... No me interesa como opción personal, aunque puedo entender que haya quien se sienta estimulado de algún modo cuando participa en ese concurso concreto que valora y sigue (como si se tratase de una forma de encargo, en cierto sentido); en realidad, creo que es lícito concursar siempre y cuando no se convierta en una dedicación profesional, para mí la escritura es otra cosa, convirtiendo lo que debía de ser una motivación en un servilismo. Esa sería, a grandes rasgos, mi postura respecto al tema que planteas. Enhorabuena, Susana. Y gracias por tu tiempo.
      Abrazos

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    3. Eso también es cierto. Ahora reconozco que en un momento dado ganar un concurso en el que el jurado es serio te anima, te pude animar en momentos de bajón, esos momentos que todos conocemos. Luego queda bien en el CV? Pues también, pero es verdad que hay fases y mucho concursar satura y cansa. Creo que era Ana Matute la que decía gano premios porque escribo, no escribo para ganar premios, pues eso.
      Un premio es también verse editado en papel, e-book y en pdf.
      Creo que escribir es una necesidad pero luego quieres compartir lo que tanto esfuerzo te ha costado crear.
      Y lo del dinero, pues Susana, es cierto, en algunos concursos de paso, pues viene muy bien el vil metal que dice Hugo.
      Yo he querido ser sincera en ese sentido.
      Abrazos

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  18. "Se escribe bajo presión", esta es una frase que dijo en un curso Bernardo Etxaga. Estoy de acuerdo. Aunque en aquel momento me chocó. La presión, evidentemente, puede ser tanto interior como exterior. Hay algo que nos impulsa a escribir y, desde luego, queremos que lo lean, si no, y tomando lo dicho más arriba, sería como hablar con uno mismo. Somos seres sociles, no sé si socibles, visto lo visto, la verdad, pero tendemos a comunicarnos.
    El tema de concursos sí, concursos no, me parece que no va a ninguna parte porque, para algunos, concursar es ponerse retos en la escritura, esperar a ver qué resultados tiene, qué dicen los demás, comparar sus escritos con otros, además del tema importante de que a todos nos viene muy bien: meter dinero en casa o recibir un reconocimiento de quienes pensamos que tienen buen criterio.
    Ahora bien, estoy de acuerdo con Gemma, y lo estoy viendo últimamente muy a menudo en la red, que al participar compulsivamente en ciertos concursos, se dé el caso de microrrelatos en serie, que no dicen nada especial, que no cuentan nada en definitiva, porque como también se ha apuntado, todo está ya escrito, lo que importa es el cómo se reescribe.
    En cuanto a lo de reciclar o enviar textos que no han querido en un concurso, yo no veo más problema que el hecho de que el micro sea un petardo, si es bueno ¿por qué no va a buscar otros derroteros? ¿acaso los jurados no tienen su gusto personal, acaso no desechan buenos textos, son dios, en definitiva? Si uno deja reposar un relato (buena sugerencia la de Alberto), lo vuelve a leer y le parece bueno tal y como está o cambiándole algunas cosas, coge y lo manda y ya está. Yo he ganado un segundo premio con un micro que en otro concurso desestimaron, (Rec), he ganado un concurso, quedado finalista en otro (Eñe) del mismo concurso; y, con el mismo relato con algo más de detalles importantes, gané una semana el Wonderland y quedé segunda en la final del mismo concurso; también quedé finalista otro año en Eñe con otro micro procedente del mismo concurso de marras. O sea que no, que tú tienes que revisar lo que tienes, intentar verlo con perspectiva, y si te gusta, hacerlo volar, lo contrario es creer en dios y en la virgen, en que si lo dijo Blas pues punto redondo. Tienes que querer lo que haces. Y eso no quita que se escriba al buen tuntún ¿eh?
    En un foro literario muy conocido, alguien dijo que, al fallarse un concurso y no haber ganado, iba a mandar a la papelera su relato, a lo que alguien con mucha experiencia en estas lides le dijo que ni se le ocurriera, que en su caso había ganado un concurso después de haberlo mandado unas diecisiete veces a diferentes concursos.

    Resumiendo, estoy de acuerdo en que reescribimos siempre una obra desde diferentes ángulos, en dejar reposar lo escrito, pero no en que tengas que desechar un texto sólo porque un determinado jurado lo haya descartado. Ahí tenemos el caso del Museo. No importa tanto si empezaba con una frase de otro concurso, como bien dice Gabriel, hay micros que se quedarían cojos si se elimina, importa la calidad del micro, importan los fallos garrafales de gramática; y esto nos da también una idea de que los prejurados y jurados no son infalibles.

    Abrazos mil para todos y perdonad mi tardanza.

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  19. ¡Joder cómo estoy!, perdonadme la multitud de erratas. Sociales, sociables...

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    1. No poblemo. Si compende.

      Oye Lola, que alguna vez me gustaría que no me dijeras que la cuestión que se plantea no ha lugar, ¡leñe! Mira que eres combativa...

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  20. Susana, que no he dicho que no ha lugar para la cuestión que se plantea, digo textualmente que no va a ninguna parte el tema de concursos sí, concursos no, callejón cortado, por lo que habrás visto en los comentarios, pero creo que se tocaban otros temas derivados de los micros presentados a concursos ¿no?.
    Y no creo que te haya dicho muchas veces eso de no ha lugar a la cuestión que se plantea, pero bueno, si así ha sido y te molesta, pues nada, que lo siento.

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  21. Que no, mujer, simplemente me hace gracia; doy por descontado que si comentas es que te interesa lo suficiente el tema, y te doy las gracias por venir. Aparte de eso, me interesa la frase con que abres, lo de "escribir bajo presión" (y de paso, te envidio el maestro): me hace pensar en el tópico del escritor atormentado, en el sentido de que cuando uno no tiene presión, se la busca por diversos medios. Como la bohemia dorada, que decían. Sin embargo en la participación desaforada en concursos (realmente desbocada, la que practican algunos que no tienen nada que ver con los que estáis hoy por aquí y que lleva a la aparición de premios repetidos como aquél de la taquillera) yo diría que más que intento de presión o motivación hay una ambición voraz de estar en todas partes que a mí, personalmente, no me convence. Es como lo de tener un millón de amigos en FB... Me patina hacia un intento de promoción que no sé, igual al final acabo compartiendo porque estamos en la época del ruido, y porque las promociones se montan así, pero de entrada y desde mi carquismo no veo del todo serio.

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  22. Creo, Susana que también lo he dicho más arriba, participar por participar a diestro y siniestro puede tener como consecuencia el que salgan relatos en serie, que no digan nada, sobre todo por obsesionarse con algún concurso en concreto, cosa que a muchos, incluida yo, nos pasa o ha pasado. Así que estoy de acuerdo contigo. No se trata de mucho sino de calidad, no se trata de ruido sino de nueces. Y no creo que a esto se le pueda llamar carquismo.

    Abrazos, mil.

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  23. Si mal no recuero sólo he participado en un concurso de cuentos y en otro de micros. Y si tuviera que hacerlo de nuevo me gustaría crear algo diferente. De lo contrario me pregunto ¿nos gusta escribir?
    Si es así ¿cómo no disfrutar de crear algo nuevo? Aventurarse a hacer algo distinto debería ser la norma.

    Besos.

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  24. Muchas gracias a FERNANDO MARTÍNEZ por proponer este tema, que ha interesado a todos.

    Gracias también a DEPROPIO, MAR HORNO, ROSANA, PROPÍLOGO, AGUS, ARTE PUN, ROCÍO ROMERO, ODYS, PATRICIA NASELLO, XESC, PABLO GONZ, MANU ESPADA, MIGUELÁNGEL FLORES, JUAN OJEDA, GEMMA, LOLA SANABRIA e ISABEL por dejarnos conocer sus puntos de vista y hacernos ver desde distintos ángulos una misma cuestión.

    Si alguien más quiere pasar a dejar su parecer, esto no "cierra"; pero como yo tengo un gripazo con fiebre incluida, a lo mejor no estoy muy al quite. Abrazos

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  25. Debate sobresaliente, como todos hasta ahora, solo quiero dejar constancia de mi adicción con esta página, no sé las veces que he entrado a leer para ver si había nueva opinión.
    Cuídate, Susana, las gripes son muy molestas. No comento más, espero que el miércoles me quiten vendas y tener más libertad.
    Besitos sanadores

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