Eugenia se mira al espejo, levanta el brazo izquierdo y enarbola la
cuchilla de afeitar. La axila, enjabonada y temblorosa, espera la ejecución. Un
segundo, dos, y por fin decide Eugenia: Decapito a contrapelo capilares.
¡Guillotina a discreción! Docenas de microcortes siembran de terror el
campo de batalla. La sangre corre a invisibles raudales por la cuenca de la
axila. Los pelos muertos descienden lentamente por ríos de espuma, microEbro
fúnebre tras desigual combate.
Eugenia enjuaga ahora la axila. La seca primorosamente
con la toalla como si acunara a un bebé. Procede igual con el otro brazo,
amorosa; canturrea de satisfacción.
Esta noche sale y tiene que estar perfecta. Levanta de nuevo el codo y se
rocía con el aerosol. La alegría bloqueó la alerta: recuerda tarde el escozor
que producen las heridas, y ¡uháaa!, grita con ellas. Las microbocas se
desgañitan cual múltiple Grito de
Munch y tragan abiertas de par en par, dolidas, el aluminio del aerosol: maná del desierto que accede al torrente
sanguíneo con rara voracidad.
Se desliza tóxicamente por las venas, se interna por vasos y capilares.
Cada partícula anida en una célula. Le habla de un nuevo mundo, de la
posibilidad de cambiar su destino. Su sonrisa mutante susurra algo sobre el
poder y la gloria.
Dedicado a todas las mujeres, en prevención de la toxicidad cancerígena de algunos productos.
Jajajajja con la primera frase pensé en suicidio...Pero no, es una depilación fantástica de axilas y con mensaje final. Gracias por el aviso Susana.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Susana, bien por tu amplio espectro de narrativa:muchas veces ignoramos el peligro de lo que aplicamos sobre la piel.
ResponderEliminarY , si, ella es como un colador que comunica con el torrente sanguineo, por eso , después del rasurado , mejor poner algo de alcohol y polvos de talco, que una pequeña dosis etilica no está demás...y para dar más glamour al asunto un mojito veraniego!
Tu fan farmacética, besos
A mí me gusta la metáfora de lo que pequeño, en sus dosis justas, puede terminar siendo letal. Siempre me pareció que la existencia - que diría Heidegger - es un poco así. Y lo jodido es que entonces uno no se da ni cuenta.
ResponderEliminarAbrazos.
Un micro engañoso, que nos lleva desde un acto cotidiano y (aparentemente) superficial, hasta plantearnos una problemática seria, como es la toxicidad de muchos productos que consumimos. Y que no termina solo en los humanos.
ResponderEliminarEsas partículas mutantes y desestabilizadoras me parecieron geniales. Gracias.
¡Saludos, Susana!
Con una maquina de depilar se habría solucionado todo de una manera más simple, ¿no?
ResponderEliminarTuve que leer dos veces el texto, pues quería entenderlo bien, me pareció diferente a todos, el tratamiento del tema y el desarrollo son en verdad novedosos.
Un beso enorme.
HD
Que maravilla Susana, como conviertes un acto tan cotidiano y con tan poco "glamuroso" en una situación que te hace sonreír al menos por un momento, porque tu mensaje final te devuelve a la vida real.
ResponderEliminarTienes toda la razón mio madre como creo que recordarás está operada del pecho y una de las cosas que le dijeron los Oncólogos fue los desodorantes eran dañinos y que se deberían evitar a toda costa.
Pero Susana, aunque se sepa y en el primer momento te asuste la noticia a ver quien va por la vida sin desodorante... y más en estas fechas... uffff.
El mensaje es claro y tal como lo dices!!!
Un besote :)
Ah, me ha encantado poder ponerte rostro, siempre te visualicé como la chica de la bici :)
Genial tu micro Susana, madre mía, jajaja te pones en la piel de esos pobres decapitados al principio y te arrepientes de rasurarte, pero es que el final es de auténtico terror, algo tan simple, madre mía, si lo piensas bien...Puede terminar en catástrofe.
ResponderEliminarUn saludo desde mi mar,
Y más allá del supuesto dramatismo se alza, sobre todo, el modo único de ver el mundo: esa cosa llamada estilo que algunos nos pasamos buscando toda la vida.
ResponderEliminarAbrazos babosos,
P
Cuando lo cotidiano se vuelve seductoramente siniestro. O será que, bien mirados, todos los actos cotidianos tienen su costado siniestro?
ResponderEliminarBesos admirados, como siempre, Susana.
Incluso algo tan cotidiano (para vosotras, no tanto para nosotros), lo describes con una clase y una serie de detalles que haces de ello un acto extraordinario. Cuando escribes, das clases.
ResponderEliminarUn abrazo, Susana.
Es como dice Nieves por ahí, es un viaje de lo real a lo absurdo o cómico para volver a caer en lo real con la dedicatoria al final. Lo bueno es que aunque el "viaje" vuelva al mismo lugar, nadie es el mismo ddespués de viajar.
ResponderEliminarLenguaje y ritmo de himno. Una mirada nueva a lo cotidiano. Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos y cada uno, ROSA, BOLI, AGUS, MARTA, SERGIO HUMBERTO, NIEVES, YASHIRA, PABLO, PATRICIA, MIGUELÁNGEL, LUCAS y YUNUÉN, por pasar y por comentar este micro.
ResponderEliminarEsta pieza no necesita afeite alguno de tan bien recortada como está. ¡Enhorabuena, Susana! Y un abrazo
ResponderEliminarSusana, nunca pensé que se podía escribir sobre una depilación con esta delicadeza e interés literario. Es una buena dedicatoria para esas mujeres, y también hombres, que sufren cáncer o que están especialmente expuestos a sustancias nocivas.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias por venir. GEMMA y NICOLÁS, un gustazo veros por aquí.
ResponderEliminarEstupenda alerta sobre la toxicidad de algunos productos cotidianos que empleamos para cuidar nuestro cuerpo, o alimentarlo, con la ternura justa que permite el engaño y esa sonrisa mutante.
ResponderEliminarGracias Susana, un abrazo.
Hace tiempo que utilizo desodorantes sin aluminio. Tu micro provoca rechazo, no solo a la cuchilla, también al aerosol.
ResponderEliminarAbrazos de pasante.
Y no dejo de sonreír con esa descripción tan pormenorizada de algo tan cotidiano para muchas mujeres como es la depilación. Tal y como lo narras me parecía estar viendo una de esa películas mudas en blanco y negro, ¡ya ves!, muy divertido el proceso.
ResponderEliminarPero… llegas a esa parte donde hablas del famoso cuadro y la película pasa a ser de horror, un investigador no lo hubiera hecho mejor te lo aseguro. Lo “maquillas” pero se entiende claramente el proceso, muy claramente.
Muchas gracias por este micro tan certero, deberían usarlo en esas campañas de concienciación, seguro que haría más efecto.
Besitos
Supongo que con una buena máquina de depilar se eliminan riesgos,
ResponderEliminarque tengas una buena semana.
saludos.
Me gustó, muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
La mujeres estamos vivas de puro milagro.
ResponderEliminarEs un cuento de sensaciones, de querer sentir el dolor. Habrá una intención más interesante Susana, digo por al dedicatoria. Pero me gusta que sea sensorial el cuentillo. Saludos y abrazos.
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