De vez en cuando el mago se equivoca. Espera sacar un ramo de flores, pero aparece un manojo de espárragos. No se inmuta; es un artista, y rápidamente incorpora la novedad al espectáculo.
Finge meterse un pañuelo en la boca y, cuando va a tirar de él, brota una ristra de salchichas. El público aplaude enfervorecido su originalidad.
Nadie sospecha que la patata que hace flotar en el aire, por encima de su cabeza, es un imprevisto.
Daisy, su ayudante, lo riñe de vuelta a casa:
-¿Cómo es posible que no sepas de dónde salen esas cosas?
El mago no lo sabe. Improvisa. Para esta noche, por ejemplo, tiene dos finales posibles: uno, cenan salchichas; dos, guarda a Daisy en el cajón de serrar ayudantes y amanece muñeca hinchable. Sin embargo, como su problema es la indecisión, no hace ni lo uno ni lo otro. (Daisy no sabe la suerte que tiene.)
A veces el mago se pregunta por qué a ella le molesta tanto que el público le acepte como es. Daisy dice que defiende un principio de honestidad. Él, que tal vez sea un verdadero mago.
La clave está en los tal vez, en los quizás y en las dudas que hacen de este mago un ser tan humano, y del texto una deliciosa metáfora de la vida, el alambre y la incertidumbre. Congrats!
ResponderEliminarMe encanta la inmutabilidad del artista. La poética está en su improvisación. El oficio se sabe a partir del traspié.
ResponderEliminarAbrazo improvisado.
Susana, un microrrelato muy fresco, impregnado por esa magia errática que siempre sale bien ante los ojos del público. Existen muchas personas, me incluyo a veces, que si no sale todo como debe... no está bien, y eso es mentira, pues siempre hay tiempo para improvisar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que a ella le fastidia es no saber lo que va a pasar, justo lo que a él parece gustarle. Yo personalmente solo puedo pensar que es un mago, un mago de verdad, que además disfruta con su trabajo. (Confieso que me encanta que no se altere ni se extrese un poco, es fenomenal)
ResponderEliminarY ahora (cosa rara) apunto un par de errores, creo:
-de vuelta a casa (o el texto es mágico como el prota?)
-dos finales posibles: uno,.....; dos,...
Pues eso, que yo también quiero ser así, como él.
Besos
En los tiempos que corren muchos querrían sacar salchichas y patatas de la chistera. Yo creo que al principio ese "de vez en cuando el mago se equivoca" encierra un gran acierto. No sabemos cuándo realmente se equivoca y cuándo acierta, qué quiere y qué no. Él hace lo que quiere pero no sabe qué quiere. Me gusta mucho.
ResponderEliminarAbrazo
La honestidad, eso está en peligro de extinción...
ResponderEliminarA mi me gusta pensar que es Mago de verdad y que tendrá salchichas para cenar.
Me encanta verte o mas bien leerte!!!
Todos los Martes me acuerdo de tus micros, y no es broma eh!
Un besote :)
Precisamente la sal de la vida, lo que nos hace desear continuar, es esa incertidumbre. Me gusta tu mago, Susana.
ResponderEliminarAbrazos mágicos.
Precisamente es así, mi querida Susana, ése sería un verdadero mago, pero cuidado con andar cortando gente, pues no sabría qué podría pasar luego. Un relato con magia.
ResponderEliminarUn beso enorme.
HD
PD: Fíjate que se te ha escapado una 'L' en: Daisy, su ayudante, lo riñe de vueta a casa. Seguramente alguna broma del mago.
¡Incorporadas las correcciones, GRACIAS Luisa y Humberto!!! Lo he picado a mil por hora...
ResponderEliminarMucho me ha gustado este mago,Susana y la suerte que tiene Daisy. Grcias a la incertidumbre de no saber quienes somos se nos hace la vida más grata, a veces.
ResponderEliminarMuchos besos
¡Me encantan los micros con magos! Y éste es particularmente encantador. Enhorabuena por tan mágicas letras ;)
ResponderEliminarSaludos cordiales
Redondo. Subyuga el tono de fábula, casi naif, que eliges para contar una historia con muchas aristas. Abrazos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Susana. Me gusta la incertidumbre del mago, me gusta que saque salchichas y patatas de la chistera, me gusta como lo cuentas.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me gusta este micro por todos los pliegues que enseña -y que Odys enumera en su comentnario-, Susana. Logras que lo que debería ser importante en la pieza no lo sea y con ello te haces con mucha complicidad en la actitud lectora de quién se acerca hasta el texto.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muchas gracias ODYS, SERGIO, NICOLÁS, LUISA, ANITA, NIEVES, LOLA, HUMBERTO, ELENA, GABRIEL, AGUS, ROSA y PEDRO por vuestros comentarios, que me hacen detectar qué tal funciona la distancia entre este texto y el lector. Un abrazo a cada uno.
ResponderEliminarMe gusta mucho la frescura que desprende. Y como transmites ese vivir de él y la inseguridad y, quizás, el miedo de ella.
ResponderEliminarUn gustazo leerte, Susana y un fuerte abrazo.
Gracias Isabel, señalas exactamente lo que yo pretendía. Un gustazo. Besos
EliminarUna pieza mágica, deliciosa en toda su esencia, que transcurre en imágenes concatenadas, frases cortas y un tono casual que nos lleva a una conclusión que invita a la reflexión sin pretensión de instruirnos o enseñarnos. Otro magnífico micro de martes.
ResponderEliminarAbrazos
La tan temida improvisación, para algunos la salvación, para otros, la muerte.
ResponderEliminarQué bonito. Ma'gustao. Encuentro en el ritmo del texto hasta ese actuar del mago: frase corta frase larga, sus movimientos de mano.
ResponderEliminarEstá genial Susana, y la manera de preocuparse del mago. Aquí, en un bonito relato, pones una problema muy común que es la indecisión por no saber si estamos haciendo las cosas bien, como queremos como salgan o como quiere la gente que salgan. EL mago es en realidad un mago, sólo que no lo es como el quisiera y ve en la televisión.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios, XESC, UN SIMPLE BLOG, XIMENS y ESKIMAL. Me gusta mucho ver que este micro comunica exactamente lo que yo quería. Un abrazo a cada uno.
ResponderEliminarLo leí en el móvil y me gustó mucho este mago verdadero pero torpe, Susana. Pero veo que no te lo había dicho. Te lo digo ahora: me gustó mucho este mago verdadero pero torpe, Susana.
ResponderEliminarUn abrazo(iba a añadir amiga escritora, pero, bah, ya lo sabe todo el mundo. Las dos cosas, lo de amiga y lo de escritora).
Verdadera magia. Si Daisy sigue así, molestando a cada paso, ni quiero pensar qué será de ella, je.
ResponderEliminarMuy, muy bueno.
¡Saludos!
¡Ah, delicioso!
ResponderEliminar¡Muchas gracias, MIGUELÁNGEL, JUANITO, JUAN!
ResponderEliminarA mí, me parece un acierto ese amago de desacuerdo o discusión que planea en la pareja formada por él y Daysi. Como si lo único no verdadero fuera su relación. Un buen desplante a lo que entendemos como "verosimilitud".
ResponderEliminarUn beso