Con fuerza clavo el talón en el suelo y la arena cede de pronto. Se me va la pata, luego entra el anca, me cuelo hasta la cintura y voy cayendo -con la facilidad de un reloj de arena- hasta abajo.
Me planto en un nivel muy verde. La sensación es de frescor húmedo. Noto el tacto enfangado, de humedad selvática, y me arrodillo para empezar a cavar con las manos. Es fácil esta vez: arranco un terrón húmedo que deja un hueco considerable, y voy de pico. Sin embargo no me cuelo como antes, ahora la dificultad es mayor. Es un medio espeso.
Al fin asomo al otro lado, he llegado a una infinidad de agua limpia. Hay peces grandes de color naranja que pasean soberanamente. Será fácil nadar aquí, pero primero tengo que desprender el resto del cuerpo. Tendré que empujar fuerte con la caudal. Dice mi vecino que cada atardecer caen cinco o seis, pero yo no sé qué es eso que llama atardecer.
Feliz Día del Trabajo.
Esta es una pieza en la que la incertidumbre vehicula los sentimientos del lector, Susana.
ResponderEliminarDestaca la organización sutil de la materia narrativa, que genera un clima evanescente, que nos hace preguntarnos hacia dónde vamos.
En dos palabras, gran micro.
Un abrazo,
Escribiré de otra forma a la que lo ha hecho Pedro. El trayecto de nuestra propia vida hacia la tranquilidad de unas aguas en remanso, nos lleva a desprendernos de la parte gastada, la que se ha estropeado con los esfuerzos de toda una vida : nuestro cuerpo.
ResponderEliminarBonita metáfora para la trayectoria de los peces en el devenir de nuestra existencia.
Besos Susana, me ha gustado un montón.
Interesante trayecto el que describes para contar tu estado de ánimo. No te preocupes por no saber qué es atardecer, sucede todos los días, mas tú no.
ResponderEliminarFeliz día. Abrazos
Voy cayendo, aún no llego al agua limpia. El trayecto no acostumbra ser amable, sin embargo creo que es un privilegio tener la oportunidad de recorrerlo. El atardecer quizá sea (quisiera que fuese) la sabiduría, o la paz (que quizá sean un solo e indivisible estado) o algo así como "una reunión definitiva"
ResponderEliminarReunión definitiva de qué?
De pares?
Dónde quedarían los impares?
No me hagas caso, Susana, los primero de mayo me da por divagar...
Esto sí, tomo prestado tu micro para mi facebook.
Abrazos!
Al caer la tarde,a menudo nace una sensación de tristeza y desazón por lo que no logramos, intentamos o simplemente no se dio. Es el momento de salir a flote y nadar contra la corriente braceando con más fuerza y decisión, proponiéndonos nuevos desafíos y metas,libremente,con nuestro mejor traje,como esos peces vestidos de naranja. Hay que ponerle color a los sueños y salir tras ellos buscando nuevos horizontes,con el mismo entusiasmo que la primera vez,pero con muchas ganas,actitud y seguridad, para que no nos devore el fango ,ni nos tape la borrasca.
ResponderEliminar¡¡¡¡¡Arriba ese ánimo Su!!!!! Besos
Claudia
Es hermoso Susana, no tienes que disculparte, tu forma de expresar ese estado de ánimo es contagiosa, creo que todos alguna vez nos sentimos así, y caemos y caemos con más o menos dificultad sin saber muy bien hacian dónde vamos.
ResponderEliminarBesos desde mi mar,
Que texto más sugerente! me gusta como se deslizan las palabras para crear una atmósfera de irrealidad real.
ResponderEliminarSaludos
Estado de ánimo bastante espeso y desconcertante...
ResponderEliminarPuede que muchos acaben... o acabemos olvidando qué es eso del atardecer...
Muy bueno Susana!!!
Besitos :)
Es un micro que más que para leerlo, es para estudiarlo, para pensarlo. Me gustan mucho las imagenes, que decriben perfectamente cómo te sientes (esto me sabe mal). Me gusta mucho tu micro, que lo es. Y no te preocupes por los atardeceres, son majetes, pero se repiten continuamente, a diario, concretamente.
ResponderEliminarUn abrazo, Susana, este de los apretaos, apretaos.
Muchas gracias a todos por pasar y comentar, PEDRO, LAURA, ARTE PUN, PATRICIA, CLAUDIA, YASHIRA, PALOMA y MIGUELÁNGEL, y especialmente por los que os preocupáis como si estuviera depresiva o algo parecido, jeje... Nada, nada, que no; es sólo mi visión del trayecto vital, las fases de nuestro esforzado transitar por este mundo aunque bien pudiera trasladarse a cualquier otro proceso, ¿no? Por ejemplo la escritura, ya que uno va pasando etapas y el final suele ser incierto... yo no lo veo como pesimismo, pero parece que el efecto del relato es un poco negro. En fin. Un beso a todos y cada uno.
ResponderEliminarVale, esta respuesta me tranquiliza...
EliminarSi, yo creo que esos momentos son algo así como las anti-catedrales del alma, cuando uno busca la grandeza en las pequeñeces porque ciertamente duda de ambas palabras y en ellas de todas las palabras.
ResponderEliminarQué difícil es hablar, responder, proponer cuando todo lo que se presenta de repente toma la forma de un signo de interrogación.
Somos almas encerradas en una habitación de un enorme palacio, almas que sólo deben transcurrir en las diarias obligaciones... y a algunas de esas almas en ciertos momentos el proceso les cuesta porque se hacen preguntas que otras no... ¿Hay más habitaciones como esta?; ¿estamos en un palacio?; ¿Dónde está el palacio?; ¿por qué estamos en el palacio?...
Un micro hermoso de esos que hablan más del alma del autor que de su oficio; y me parece hermoso porque el oficio se trabaja pero la delicadeza del alma no; esa luz está o no está...
Gracias por la luz.
Besos desde el sur de las cosas.
Bueno, Juan, como siempre espléndido en tus palabras...
EliminarSobre las preguntas, sí, de eso no andamos cortos. Supongo que es lo que nos hace escribir, vestir de ficción la realidad que nos envuelve para que su abstracción natural sea un poco más dulce.
Un millón de gracias.
Vaya Susana, me tomo el relato de manera fantástica, digamos, como si el personaje fuera un ser con otra forma de vida. Que en realidad no conozca el atardecer porque no sabe en sí qué es ello pues en su lugar no los hay, que vaya buscando el agua limpia porque es su naturaleza. Así se me antoja misterioso y no lo comprendo por completo y puedo leerlo como un misterio. Abrazos
ResponderEliminarPues gracias, Eskimal, porque ésa era la intención, mostrar un escenario surrealista en el que no quedara clara la naturaleza del protagonista. De todos modos, voy a hacer algunos cambios para que realmente cobre esa dirección. Un fuerte abrazo.
EliminarTrabajar a destajo y sin descanso, sin hacerse preguntas, sólo para llegar al siguiente estado de la vida, para que te prometan que al final llegarás a una piscina plácida, llena de otros como tú, que se han desprendido de las obligaciones y de la pesadez de las piernas. Flotar, bucear, es cómodo. No tanto la certeza de que, tras el océano de calma, llega el ocaso, coloreado con la piel de los que mueren.
ResponderEliminarUn abrazo.
Susana, vine el martes y vuelvo hoy.
ResponderEliminarSinceramente, lo he leído y lo he releído. Hoy además he leído comentarios... y sigo sin estar a la altura.
Busco un intención de metamorfosis pero no la encuentro, entiendo una necesidad de cambio, pero ¿Es a mejor? no consigo saberlo...
Creo que hoy he visto algo nuevo en el micro... no recuerdo "el anca" ni "el pico" pero la memoria no es mi fuerte, así que puede que estuvieran ahí el martes, y sin embargo debo reconocer mi ineptitud para entender el mensaje. Quizá es que soy demasiado simple, que también.
Un abrazo, y si por casualidad el resto de analistas tienen razón y representa un estado de ánimo negativo, muchos ánimos, Susana.
Para lo que necesites ya sabes donde estamos.
¿Hay que buscar necesariamente una metamorfosis, sólo porque el protagonista esté pintado con elementos de bestiario? ¿Tiene que haber un cambio a mejor? En cuanto al mensaje, quizá no lo haya, ¿tiene que haberlo? Ni siquiera creo que sea un estado de ánimo negativo, sólo perplejo... En fin, que nos encontramos muchas veces, pero está claro que hoy no, Fernando. Otro día será. Abrazos
EliminarA mí, si me lo permites, me parece una transgresión del "caminante no hay camino, se...". Un texto audaz, surrealista, de vanguardia, como han ido diciendo más arriba, pero que define la condición humana y por tanto incide en un tema universal. Me ha sorprendido la utilización del lenguaje, pues quiere huir de ese lirismo que impregna la historia. Creo que es una decisión muy acertada. También el final, con el vecino y la referencia al atardecer. Hipnótico, en una palabra.
ResponderEliminarAbrazos.
A mí me parece un texto surrealista sin un sentido lógico. Y tal vez sea el éxito de este relato ese final con un vecino que sí sabe lo que es un atardecer mientras él no. Quizá la metamorfosis le haya hecho olvidar lo que era. En todo caso, me gustó.
ResponderEliminarAbrazos tardones.
No analizo, solo disfruto del viaje.
ResponderEliminarMe ha gustado, me gustan las cosas sin sentido aparente pero que se quedan en la memoria...
Besos desde el aire
Concuerdo con Rosa, no se trata de analizar, sino de disfrutar. Es un texto que podría tener decena de interpretaciones, pero es mejor caer con el personaje y sorprenderse frente a eso que llaman atardecer.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso enorme.
HD
La primera vez que lo leí, me quedé pensando y la verdad es que me dejó perpleja. Después he vuelto un par de veces más y en esta segunda he visto la evolución al revés. Me explico: Dicen que la vida surgió del mar, que salimos del mar y fuimos evolucionando en la tierra hasta lo que ahora somos. Y aquí parece como que ese ser va buscando desde la tierra volver aunque no sabe hacia donde, pero va pasando una etapa tras otra, arena, humedad selvática hasta llegar al agua. Es como ir evolucionando de fuera adentro. En fin… mis interpretaciones… voy a leer lo que dicen los otros comentarios.
ResponderEliminarBesitos, muchos.
Muchas gracias, ADRIÁN, FERNANDO, AGUS, LOLA, ROSA, HUMBERTO y ELYSA por vuestra lectura y por traducirla en un comentario más o menos interpretativo, a favor o en contra del resultado. Comprendo que las respuestas a este texto sólo podían ser tibias, pero esto es un laboratorio y no siempre la reacción química produce el efecto previsto. En cualquier caso, toda mi gratitud por la respuesta (que siempre guía) y un fuerte abrazo a todos y cada uno.
ResponderEliminarEl texto me gusta entero, pero ese atardecer con el que acabas me parece espectacular. Un abrazo, Susana.
ResponderEliminarTrayecto apoteósico que me traslada de la mano de imágenes surrealistas a lo más importante; la perplejidad no del tránsito, de lo real. Ese atardecer me parece fenomenal como cierre. Coincido con Manu.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias, MANU y XESC. Besos.
ResponderEliminar¡Qué imagenes tan poderosas! Me gusta ese sentir las distintas texturas.
ResponderEliminarA mí la palabra desprender me lleva al cambio o metamorfosis, pero me quedo pensando en tus preguntas y llevas razón.
Lo comentaba hace poco en una charla en la que hablábamos sobre el cambio del personaje en la novela. Es curioso la insistencia en que éste tiene que cambiar cuando en la vida real parece que somos bastante remisos, como mucho nos adaptamos a las circunstancias para sobrevivir.
Un tema interesante el que planteas. Quizás de acuerdo con el día de hoy: viernes.
Abrazos.